lunes, 18 de julio de 2016

"EL TESORO DE MOCTEZUMA" (Cuento de la obra intitulada: "SENTIMIENTOS", registrada en México).








EL TESORO DE MOCTEZUMA[1].


(Fuente:  http://2.bp.blogspot.com/-jqH6azy5SH0/UGMdUUTjzbI/AAAAAAAAAIM/gHVl6MdRVO8/s1600/Conquista-de-Tenochtitlan-Mexico.jpg).
y http://4.bp.blogspot.com/-rieLtFIHPA4/TWGPx4PbVPI/AAAAAAAAAc0/pIfYp2gYU_8/s1600/Murales_Rivera_-_Markt_in_Tlatelolco_3.jpg)

Al caer la noche,
En cielos de tinte púrpura,
En nubes que tenuemente reflejan,
A los últimos rayos del sol de los aztecas.

(Fuente:http://bel-libre.blogspot.mx/2011/05/agua-en-xochimilco.html y http://ciudadespatrimonio.mx/xochimilco/explora ).

En el ocaso de los días antes floridos,
Antes alegres con el cántico del cenzontle de mi hermano el hombre[2],
Hoy han llegado a esta tierra vientos fétidos, polvorientos y fríos[3],
Que la soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la gula y la pereza,
Han traído de tierras lejanas donde reina la ignorancia oculta[4].


(Fuente: http://www.elefantesdepapel.com/wp-content/gallery/Pieter%20Bruegel/Envidia.jpeg y http://www.batiburrillo.net/los-siete-pecados-capitales-son-buenos-para-la-salud/).
(Fuente:https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Arrival_of_Hernan_Cortez_in_Veracruz_Detail.JPG y  http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/Colecciones/Colibri/conquista/imgs/con11.jpg)

El aroma de la muerte recorre ahora las aguas de la gran laguna,
Es la carne de los heroicos guerreros en proceso de putrefacción,
Son los cuerpos de los caballeros águilas y jaguares que yacen flotando,
Cubiertos sus trajes de flechas enemigas.

(Fuente: https://felipeforerohistoria.files.wordpress.com/2011/05/29h000-06.jpg y http://4.bp.blogspot.com/_gOqg1kS7xfU/TA7RHtEBkfI/AAAAAAAAEq0/lvgPzaGmxt4/s1600/batalla+de+la+noche_triste.jpg).

“… Pues los españoles caídos,
Al fondo de la laguna se han ido
Con la inmundicia y la avaricia que han traído,
Sus trajes de hierro los han llevado al propio infierno …”.


(Fuente:http://k45.kn3.net/taringa/A/3/C/3/C/A/ElLozada/FE3.jpg  y http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/Colecciones/Colibri/conquista/imgs/con11.jpg).

Ahora mirando los aztecas sus ojos,
Cómo llega la noche,
En que la vida han perdido,
En que no volverán a ser desde ahora los mismos.

(Fuente: http://portalacademico.cch.unam.mx/materiales/al/cont/hist/mex/mex1/histMexU5OA05/img/xHM1u5oa5p46.jpg.pagespeed.ic.mb5CRii_UQ.jpg: y http://4.bp.blogspot.com/-WsACX7z-GTQ/UKoSmzFkKzI/AAAAAAAAtl0/_PrAsHaMFaI/s640/MEXICO-N%C2%BA70006.jpg)


Pero son acaso,
Los últimos guerreros aztecas,
Y los primeros hombres del México,
Que dieron la vida en defensa de nuestra la identidad natural.


(Fuente: https://elpianistasalvatore.files.wordpress.com/2011/08/guerrero-azteca.jpg y https://bluedolphin457.files.wordpress.com/2010/11/scan0004.jpg)

Cayeron por mosquetes y flechas traidoras,
Pero más abatidos quedaron por el enemigo oculto del extranjero,
Por las enfermedades que ellos trajeron de sus tierras de descomposición,
Fue la viruela la que debilitó la fortaleza de mi raza materna.


(Fuentehttp://puenteatlantico.aldeeu.org/wp-content/uploads/2014/08/smallpox-otra.png:  y http://1.bp.blogspot.com/-eKFvA_GbW2w/VhnqwHtDO7I/AAAAAAAAAGU/hxTsedeF7mQ/s1600/epidemias.jpg).

En las olas,
Que se mezclan ahora con tinte de sangre purpura,
Y entre los cuerpos que en ella flotan camina la Cihuacoatl[5],
Desgarrada en su llanto por sus hijos y su cultura ahora destrozados,
Gritando con desesperación entre las aguas por su raza ahora perdida.

(Fuente:http://static.tvazteca.com/imagenes/2014/40/1945998.jpg y   http://4.bp.blogspot.com/_0nfNEHOW1uM/TMg7sbQ998I/AAAAAAAAACA/0uOzAJfAvNI/s1600/la+llorona+3.jpg)

Entre los vientos de la muerte,
Entre los cuerpos flotando en la gran laguna,
Entre las olas teñidas de sangre y el llanto de la madre Tonanzi,
Se ven unas canoas.

(Fuente:http://cdn.mexicodestinos.com/tours/tour-la-llorona-xochimilco-6.jpg y http://www.eluniversaldf.mx/fotos/llorona_df_muertos3.jpg).

Son éstos los últimos guerreros de mi raza,
Que se abren paso a escondidas entre la bruma,
Entre la noche ahora eterna y fría y en la húmeda tristeza helada,
Alejándose en la obscuridad eterna de la heroica ciudad de Tenochtitlan.


(Fuente: http://i.televisa.com/noticieros/fotos/1310/03/Llorona%201.jpg/_jcr_content/renditions/cq5dam.thumbnail.624.351.jpg).

Llevan “… El Tesoro de Moctezuma …”.


(Fuente: http://blogs.ua.es/losmayas/files/2012/01/mayas.jpg )

Que transportan en las canoas,
Para salvaguardarlo por siempre y para siempre,
En los términos ordenados por los sumos sacerdotes,
La riqueza que es la avaricia del extranjero y que es la causa de la muerte.
(Fuente: http://fdzeta.com/imgcache/429735dz.jpg).


Se desconoce acaso,
Si se transportó oro o piedras preciosas,
Si llevaban plumas, jades o turquesas finamente talladas,
O si se trataba de ocultar la propia identidad cultura de los mexicas.


(Fuente:http://www.pinturayartistas.com/wordpress/wp-content/uploads/2008/03/arte-azteca/codice-laud-aztecas3.jpg y http://3.bp.blogspot.com/-KU7lctcGX80/TvRXK_uoFSI/AAAAAAAAAR4/M7VoV2wwnRk/s1600/PENACHO+DE+MOCTEZUMA.jpg).
(Fuente: http://cdn1.matadornetwork.com/blogs/2/2016/01/tesoro.jpg y http://www.imperialbulldog.com/wp-content/uploads/2014/10/aztec-gold.jpg).


La codicia de la espada,
Empuñada en forma de cruz fue mortal,
Levantada al ser supremo para encontrar el tesoro perdido,
Y en la hoguera yace el emperador Cuauhtémoc sufriendo la avaricia. 


(https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/c5/SuplicioLeandroDF.JPG)

En la historia,
Del México prehispánico,
Jamás se supo qué sucedió con esa riqueza,
Se desconoce si fueron capturados o si llegaron a su destino.

Pero acaso,
Como los propios investigadores lo hacen,
Hay que desentrañar la continuación de esa historia,
En los relatos de los pueblos tradicionales de la ribera del Anáhuac.





Así en el pueblo de Culhuacán,
Se han mantenido vivos hechos históricos,
Narrados de padres a hijos desde épocas remotas,
Que la cultura ha mantenido intactos por el paso del tiempo.





Entre ellas,
La fantástica historia,
El relato no contada antes,
Que como el incienso se mantuvo latiendo.





“… Del Tesoro de Moctezuma …”,





Quien me la narró,
Sostuvo haberla escuchado de sus abuelos,
Y así sucesivamente hasta la llega de los españoles,
Pues ellos eran un pueblo que mantuvo vivas sus tradiciones.





Así,
Describió el narrador,
A la gran laguna de México,
Como lo que era un lugar hermoso.

(Fuente: http://www.madrimasd.org/blogs/universo/wp-content/blogs.dir/42/files/255/chinampas-fuente-veoverde_0.jpg y http://www.mexicolore.co.uk/images-3/344_00_2.jpg)

Un territorio,
En que no se sufría hambre,
Un lugar en que se cultivaba la tierra,
En que había pesca y caza en abundancia.

(Fuente:  http://portalacademico.cch.unam.mx/materiales/al/cont/hist/mex/mex1/histMexU2OA02/img/xHM1u2oa02p06_2.jpg.pagespeed.ic.vFMmctfCVO.jpgy http://portalacademico.cch.unam.mx/materiales/al/cont/hist/mex/mex1/histMexU2OA02/img/xHM1u2oa02p06_1.jpg.pagespeed.ic.Zd9ogcWqpn.jpg)

Incluso dijo,
Que aun en su niñez,
Pescaba con su anciano abuelo,
En lo que ahora son los canales de Cuemanco.



Que aun en esa época,
Las aguas vivientes eran cristalinas,
Que las carpas se veían pasar entre los canales,
Que había grandes migraciones de aves en los aires.





Describió,
Que en la época prehispánica,
Los aztecas tenían una gran cerro sagrada
Un lugar venerado desde épocas inmemorables.





“… El Cerro de la Estrella …”.





Hecho que concuerda,
Con la historia documentada,
Pues se trata acaso éste bello lugar,
De un cerro que ha sido reconocido como sagrado.





Es el cerro,
En que renace la vida,
En que al cántico de los teponaztlis[6],
Al caer la noche de cada cincuenta y dos años.





En aroma de incienso,
A la danza de las doncellas.
Al grito de los guerreros agilas y jaguares,
Nacía el fuego nuevo de la raza cósmica[7].





Surgido del corazón,
Que latía aun en las manos del sacerdote,
Que se extraía con el pedernal de negra obsidiana,
Que se mostraba al dios de la guerra y a los cuatro puntos cardinales.





Para luego,
Repartir el fuego,
A la Gran Tenochtitlan inmersa en la obscuridad,
Y de allí a todas las tierras que eran parte de la cultura azteca.





Así pues,
¡… En qué otro lugar …!,
Pudo depositarse las riquezas de mi raza,
“El oro o la identidad cultural del México prehispánico”.





Más que en “El Cerro de la Estrella”.





El cerro,

Del pueblo de Ixtapalapa,

En que vivían los jardines flotantes[8],

En el que la tradición decía que se bañaba Moctezuma[9].





El narrador continúo describiendo,

Que en esas épocas remotas las aguas eran altas,

Las olas se introducían a una caverna que a las orillas llegaba,

En ese lugar sagrado arribaron por fin las canoas del Rey Moctezuma.





Así llegaron por fin los últimos guerreros,

Para esconder el “… Tesoro de Moctezuma …”,

En el seno más profundo de aquél cerro que es sagrado,

Entre los laberintos que la madre naturaleza construyó allí.





Los hombres bajaron de las canoas,

Cargando con fuerza los objetos sagrados que llevaban,

Con antorchas caminaron por horas entre las cuevas del cerro,

Pasando por una laguna interna que se forma con la filtración del agua[10].





Por fin,

Llegaron a la puerta del Mictlan[11],

El lugar en que yacen los muertos, nobles y plebeyos,

Vigilado por un guerrero cuyos ojos se iluminaban con las antorchas[12].





Así,

Depositando en su interior,

Al aroma del copal y al canto del caracol,

Por fin el gran “El Tesoro de Moctezuma”.





Los guerreros,

Ahora campesino y pescadores,

Continuaron resguardando el tesoro con recelo,

De padres a hijos, en miles de noches y días, en lluvias y sequías.





La conquista vino,

La época colonial concluyó,

Llegó por fin el México independiente,

La guerra de reforma y la revolución mexicana.





Pero los antiguos guerreros,

Ahora transformados en hijos campesinos,

Continuaron reguardando el tesoro de la mejor forma,

Que es el olvido al transformarse la historia en una leyenda.





El narrador añadió,

Los últimos campesinos de Culhuacán,

Son los descendientes de los últimos guerreros aztecas,

Que sembramos, pescamos y cazamos como nuestros ancestros.





Pero finalmente indicó,

Que aun a mediados del siglo pasado[13],

Entre los bosques, las praderas y en la cima,

Del “Cerro de la Estrella” se veía salir un fuego ardiente.





Así,

Se veía nacer estrellas,

Desde las entrañas de la tierra,

De allí el actual nombre del cerro sagrado.





Y concluyó diciendo,

En esa época el fuego de repente se extinguió,

Y ahora sólo vive ésta bella historia de mis ancestros,

Que narro a Usted para que sea contada con orgullo:







El Tesoro de Moctezuma











Lázaro Raúl Rojas Cárdenas.

7 de julio de 2013.










[1] Con afecto a los pueblos tradicionales de Ixtapalapa y Culhuacán, que según su tradición oral es una sola cultura, en Ixtapalapa, se asentaba la familia real y en Culhuacán, el pueblo campesino y pesquero.

[2] Fragmento de la poesía de Nezahualcóyotl, el rey poeta de Texcoco.

[3] Los siete pecados capitales de la cultura europea.

[4] La Santa Inquisición.

[5] Ver la obra de Leo Portilla “La Visión de los Vencidos” y la descripción de los presagios antes de la llega de los Españoles, que describe una mujer vestida de blanco viajando entre las aguas de la gran laguna con exclamando gritos aterradores ante la expresión “… Hay mis hijos …”, que la gente de los actuales pueblos de México la llaman “… La Llorona …”.

[6] Tambor prehispánico.

[7] Término empleado por Don José Vasconcelos a la raza mexicana.

[8] Ver cartas de relación de Hernán Cortes.

[9] En la tradición de los pobladores de Ixtapalapa se contaba que el Rey Moctezuma Xocoyotzin, hermano de Cuitláhuac -rey de Ixtapalapa-, gusta de irse a bañar a un ojo de agua que en la antigüedad existía en la esquina que ahora forman la Calzada Ermita-Ixtapalapa y Avenida Rojo Gómez.

[10] Persona que dicen haber entrado afirman que en el interior del cerro existe una laguna que se encuentra en la parte central de una gran caverna.

[11] En la mitología náhuatl es el lugar de los muertos o el más allá.

[12] Personas de los poblados de Ixtapalapa y Culhuacán que dicen haber entrado a las cuevas del Cerro de la Estrella afirman haberse encontrado en su camino un ídolo en forma de guerrero cuyos ojos se iluminan con la luz de las antorchas.

[13] A finales de los años cuarenta y principios de los años cincuentas del siglo veinte.