De antemano
acepto,
Que no me he
dado la oportunidad,
De conocer
todas las bellezas de la tierra mía,
Lo cual me
apena profundamente en el alma misma.
Pues acaso,
Son los extranjeros errantes,
Quienes
aprecian nuestras bellezas,
En ocasiones
más que los propios mexicanos.
Pero,
De los lugares
hermosos,
Que mi Dios me
ha permitido conocer,
Es el
paradisiaco y admirable “… Estado de
Chiapas . ...”.
El bello
paisaje,
Del Cañón del
Sumidero,
Es un
espectáculo indescriptible,
Desde lo alto y
desde la base de sus montes tallados.
Es por ello,
Que escribo a
esa tierra,
Pues en las
laderas del gran Cañón,
Se abren las
alas del águila real que se dispone a volar,
“… Y así en los aires,
Al levantar el vuelo me llevará a conocer a su
bella tierra,
Tal vez por ello es que esas alas abiertas al viento,
Es su escudo estatal es …”.
Así,
Para deleitarme
desde los altos cielos,
De grandes
paisajes naturales,
Y de
majestuosos monumentos construidos por el hombre mismo.
En la costa
istmeña,
El amanecer en
los manglares,
Es la
tranquilidad del alma misma,
En olas que se
rompen en arenas claras.
Son tus mares Chiapas,
Que penetran
quietamente en los pantanos,
Con el cántico
de miles de aves blancas y rosadas,
Con el deslizar
del cocodrilo en las aguas turbias.
En el
Soconusco,
El aroma
penetrante del café,
Que se mezcla
con la vegetación exuberante de la sierra,
En los montes
verdes en que yace la hacienda de Santo Domingo.
En los altos de
Chiapas,
Las ciudades de
gran cultura,
Con sus
imponentes estructuras coloniales.
“San Cristóbal de las Casas, Comitán y Chiapa de Corzo”.
"Y la tierra de los chamulas"
Espejos de
verde jade,
Son los lagos
de Monte Bello ocultos entre los bosques,
Ante
majestuosos ahuehuetes que se mezclan en los cielos,
Que se reflejan
en sus aguas cristalinas.
Tus cascadas,
Enmudecen
a mi alma,
Agua Azul, el
Chiflón, y Misol Ha y las nubes,
Y el
espíritu se estremece con la brisa de sus aguas.
Orgullosamente
zonas indígenas,
Culturas
ancestrales que se mantienen vivas,
Lacandones,
tejolobanes, choles, tzeltales, tzotziles,
jocoltecos, kanjubales,
mamés, mochos, zoques y motocintlecos.
Los grandes
paisajes,
El puente
Chiapas y el cerro de tres picos,
Los Lagos de
Colón y el Zócalo de las cotorras,
Las selvas
lacandona, de la sepultura y del triunfo.
Imponentes
son tus ríos,
El Usumacinta y
el Grijalva,
Las preas de
Malpaso, la Angostura y del Chicoasén,
Palenque,
Bonampak, Yaxchilan, Toniná, Izapa e Iglesia Vieja.
Lugar de tierras selváticas,
En los que aún
se puede ver,
El jaguar, el
mono araña, el tepescuincle y el jabalí,
La víbora de
cascabel, la nauyaca, el cocodrilo y el escorpión.
En tu
gastronomía,
El cochito en
los altos,
El pescado y
los mariscos frescos en la costa,
Y las tortillas
de maíz y frijoles negros en los pueblos tradicionales.
Tierra de
grandes juristas,
De inmortales
poetas y cantantes,
De grandes
artesanos, orfebres y pintores,
Pero sobre
todo el carácter aguerrido:
De tus campesinos y ganaderos.
Así,
Las alas del
águila real,
Que ha zarpado
de las laderas del Cañón del Sumidero,
Me han llevado
a recorres tus tierras en aires cristalinos,
En aromas de café, ocote y de azahares.
“Tierra bendita
de la naturaleza”,
“Que gracias a
Dos es de México"
“No dejes de
conocerla”,
Y sobre todo,
“Como parte que es de la madre naturaleza”.
"Orgullo de los mexicanos". ...
Lázaro Raúl
Rojas Cárdenas.
Junio de 2013.
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